A través de dos puertas correderas de suelo a techo, y enrasadas a los paramentos exteriores, accedemos a cada uno de los dormitorios. Éstos además comparten una pequeña terraza con vistas al centro de la ciudad.
El dormitorio principal, gracias a la combinación de tonos claros, la abundante luz natural y las molduras de los falsos techos, se convierte en un espacio elegante y relajado.